Por lo general, todas las parejas que deciden contraer matrimonio, lo hacen porque están enamoradas y se visualizan con la otra persona para siempre. Pero lastimosamente las cosas no siempre salen como se esperaba y luego de un tiempo la convivencia se torna difícil o simplemente se acaba el deseo de sostener un vinculo con la pareja. Es ahí cuando se contempla la opción del divorcio para ponerle punto final a la relación.
Sin lugar a dudas, cuando a la mayoría de personas nos mencionan la palabra divorcio, inmediatamente se nos vienen a la cabeza conceptos o ideas relacionadas con trámites engorrosos, problemas judiciales, largos periodos de tiempo, honorarios de abogados, entre otros. En general, pensamos en un trámite complejo en distintos sentidos y que de entrada catalogamos como agotador.
Sin embargo, en este blog te traemos buenas noticias, porque cuando un divorcio se hace por mutuo acuerdo entre las partes, se efectúa en una diligencia rápida y de poca inversión si se compara con un proceso judicial, donde alguna de las partes no se quiere separar, y la otra persona, decide presentar una demanda de divorcio ante un juez de familia para la disolución del vínculo (el cual queda en firme a través de una sentencia de divorcio).
Empecemos por tener claro qué es el matrimonio, porque de ahí de deriva todo lo demás:
Desde el punto de vista de la ley civil, el matrimonio es considerado un contrato solemne, ya que es un acuerdo de voluntades entre dos personas y requiere de una serie de formalidades especiales para que llegue a producir efectos jurídicos. Al casarse, la pareja se compromete a respetarse, amarse y ayudarse mutuamente en los momentos difíciles, como podría ser el caso de una enfermedad.
Ahora pasemos a mirar la etapa del divorcio:
Básicamente, hay dos formas para que se le ponga punto final a un matrimonio: la muerte de los cónyuges o el divorcio (que puede ser judicialmente decretado o autorizado por un notario público).
El divorcio por mutuo acuerdo de las partes, se lleva a cabo rápidamente ante notario y se hace bajo escritura pública, por intermedio de un abogado. Cabe resaltar que produce los mismos efectos que el decretado judicialmente por un juez de familia y también se hace la liquidación de la sociedad conyugal.
Así las cosas, hay dos vías para el divorcio: la judicial y la notarial.
Gracias a la Constitución Política de 1991, se permitió la cesación de efectos civiles en todo tipo de matrimonios, ya que antes esto no era una opción para los que se celebraban por alguna religión.
Aunque los matrimonios celebrados bajo el rito católico son considerados contratos indisolubles sacramentalmente hablando (o sea que no se pueden dar por terminados), su divorcio en cuando a efectos civiles si es posible ahora.
La única acción viable para disolver el vínculo sacramental católico (que sigue siendo la religión predominante en nuestro país), es tramitando su anulación ante las autoridades eclesiásticas, de acuerdo a sus propias reglas. En el caso de la iglesia católica, la declaración de nulidad la emite un tribunal eclesiástico, pero podría ser otra autoridad religiosa, dependiendo de la religión de la cual se trate.
¿Cuáles son los documentos que necesito para hacer el divorcio en una Notaría?
Cuando vas a realizar el divorcio ante un notario es porque tu cónyuge y tu están de acuerdo en llevar a cabo este trámite, y para ello, es necesario que suministres la siguiente documentación:
- Fotocopia de las cédulas de ciudadanía o documento de identificación (porque podría ser también el pasaporte o la cédula de extranjería).
- Registro civil de matrimonio (fotocopia autenticada).
- Registros civiles de nacimiento de la pareja (fotocopia autenticada).
- Registros civiles de nacimiento de los hijos menores de edad (fotocopia autenticada).
- Acuerdo de divorcio entre los cónyuges.
- Petición o solicitud de divorcio.
- Documento de identidad y tarjeta profesional del abogado.
- Poder que se le otorga al abogado para el trámite de divorcio.
¿Qué pasa con los bienes que entre las dos personas adquirieron durante el matrimonio?
Muy seguramente durante el vínculo matrimonial la pareja adquirió bienes muebles (son los que se pueden movilizar de un lugar a otro fácilmente), los cuales se desean repartir tras el divorcio y su distribución podría no parecer tan compleja si se tiene en cuenta que también puede presentarse el supuesto en que haya bienes inmuebles que necesiten ser divididos.
Es importante aclarar que los bienes inmuebles son aquellos que debido a sus características no se pueden transportar hacia un lugar distinto al que se encuentran. Por ejemplo: una finca o una casa.
Todos los bienes inmuebles que se hayan conseguido a lo largo del matrimonio, se deben relacionar al momento del divorcio suministrando documentación como la siguiente:
- Escrituras de compraventa.
- Si el bien inmueble está sujeto al régimen de propiedad horizontal, es necesario allegar un paz y salvo por concepto de administración.
- Recibo de pago del impuesto de valorización (a paz y salvo).
- Recibo de pago del impuesto predial (a paz y salvo).
- Certificados de tradición y libertad.
Me quiero divorciar, pero no tengo dinero ¿qué hago?
Con frecuencia se presenta el caso de personas que se quieren separar legalmente, pero que no cuentan con recursos económicos para adelantar el trámite así sea por voluntad de ambas partes. Pero no te preocupes porque te tenemos buenas noticias: ¡Puedes acudir a la Defensoría del Pueblo del municipio donde te encuentres!
Solo debes acreditar ante la Defensoría tu imposibilidad económica para sufragar los gastos de representación judicial o extrajudicial.
¿Si mi matrimonio fue por la iglesia, todo el trámite de separación debe hacerse ante un tribunal eclesiástico?
Todo el proceso para la anulación del matrimonio debe desarrollarse ante un tribunal eclesiástico, pero en una notaría si puedes gestionar la cesación de efectos civiles del matrimonio católico de forma ágil y práctica, a través de un abogado apoderado. En este caso, también es requisito fundamental que las partes estén de acuerdo.
Divorcio desde el extranjero:
Puede darse el caso de que te quieras divorciar, pero vives actualmente en un país diferente a Colombia. Quizás pienses que no será posible, pero tranquilo, es más sencillo de lo que crees.
En un caso como este, lo primero que debes hacer es otorgarle un poder a un abogado para que te represente a lo largo de la diligencia notarial. Tanto el poder como el acuerdo de divorcio deben ser legalizados en el consulado colombiano del país donde te encuentres. La otra posibilidad que se da, es que acudas a apostillar los documentos en notaría, para que los mismos gocen de validez en territorio colombiano.
¿Qué pasa cuando una pareja se va a divorciar y tienen hijos menores de edad?
Los padres deben ponerse de acuerdo y dejar muy bien delimitado todo lo relacionado con la custodia y el cuidado personal de sus hijos. Para supervisar todo esto y garantizar el bienestar de los menores, intervendrá el defensor de familia correspondiente al lugar de residencia. Además, se debe definir la cuota alimentaria correspondiente, el régimen de visitas y las otras obligaciones a que haya lugar con los hijos.
Ambos padres seguirán ejerciendo la patria potestad de manera conjunta, salvo que se presente alguna causal para privar a alguno de ellos de la misma.
Si hay hijos mayores de edad de por medio, no es necesaria la intervención del defensor de familia.
¿Tras el proceso de separación, uno de los cónyuges puede adquirir obligaciones alimentarias con el otro?
Esta es una situación común que se da normalmente cuando uno de los miembros de la pareja acredita no poder subsistir por si mismo, ya que no cuenta con ingresos suficientes para llevar una vida digna sin el apoyo de la otra parte.
Esta obligación puede extinguirse con el paso del tiempo por distintos motivos, algunos de ellos son: el beneficiario de alimentos contrae matrimonio con otra persona (o establece una unión marital de hecho). También, puede ocurrir que adquiera unos ingresos propios que le permitan sostenerse a si mismo sin requerir más ayuda.
Aquí encuentras asesoría jurídica y acompañamiento a un clic con JurisDATA
